Comentarios y artículos de Prensa










Honestidad y transparencia en la obra de Laura Actis Danna
Por: Ángel Alonso - Revista Artepoli 2021

Estamos ante la contemplación de un universo,
sutil y visible, penetrando ese velo, ilusorio,
allí donde se encuentra el origen mismo
de su significado simbólico.
Ricardo Isidro Castiglia

La intervención transformadora del espacio, el papel fundamental que juega la iluminación en muchas de las piezas, el juego con la sombra como parte de la obra, la presencia del círculo y su cualidad sagrada, su simetría perfecta, su condición ilimitada al no tener principio ni fin, las delicadas y sutiles transparencias, la presencia del cuerpo humano fragmentado, concebido como recipiente del espíritu y un uso muy consciente del color -casi siempre neutro, precisamente para resaltarlo cuando se requiere- hacen de Laura Actis Danna una artista contundente, provocadora de una experiencia estética que ennoblece a quienes sean capaces de recepcionarla.

La mirada torpe del espectador apresurado, aquel que acostumbrado al arte como espectáculo (y al cine hollywoodense) sólo pide estridencias, no podrá disfrutar de esta obra, que amerita una contemplación detenida, sosegada, tranquila y silenciosa como una meditación. Estamos ante una de esas creaciones que miran hacia lo interno, que no buscan aplausos sino reflexiones, contiene aquella belleza que no compite, que no está a flor de piel ni excita los sentidos.

El acercamiento a la cultura oriental está muy lejos del uso que habitualmente vemos en las galerías, no se trata de aquellas aproximaciones frívolas que caracterizan a los artistas occidentales cuando se apropian superficialmente de símbolos asiáticos. Existe, en este caso, una asimilación profunda de los conocimientos orientales para ponerlos en función de un discurso propio, en principio simbólico y personal pero que a veces rebasa lo espiritual y se convierte también en social. Si bien ya sabíamos que «lo personal es político » Laura aborda, mediante un proceso de representación consciente -y no exento de dolor- hechos reales que le conmueven y nos hacen reflexionar.

«En La casa de un pie (2013) empiezo a unir mi obra simbólica con la crítica social- nos cuenta la artista- (…) Esta muestra fue una instalación que hice en la Capilla del Buen Pastor. El Buen Pastor fue un convento de monjas utilizado como cárcel de mujeres durante la dictadura militar. En el ala de la capilla donde hice la instalación iban las reclusas a misa. La obra constaba de mesas circulares iluminadas, tenían impresas imágenes de deidades femeninas de Oriente y Occidente asociadas con la compasión ; se hizo una limpieza energética con cuencos…»

Para Laura Actis Danna la práctica artística va más allá del resultado visual, es una vivencia, un proceso en el que la experiencia espiritual cuenta, no es solo lo que el espectador encuentra sino lo que allí ocurrió. La intervención del espacio arquitectónico no es arbitraria ni puramente formal, hay una simbiosis entre la historia del lugar y la mediación plástica, entre el significado histórico y la acción artística.

En la muestra Relatos de viaje (2016), la artista aborda profundamente uno de los temas que han sido foco del arte latinoamericano: el desarraigo. No podía ser de otra manera, entre tantas dictaduras y problemas económicos emigrar ha sido la única salida para muchos, y al irnos a otros países de diferentes culturas, el cambio llega a ser tan violento que puede compararse con la muerte de quien eras y al mismo tiempo con un nuevo nacimiento. Así lo concibe Laura, al imaginar el viaje -y el desarraigo que este implica- como un canal de parto, pues acontece en el emigrante una disociación que fragmenta su personalidad. Una de las obras de esta exposición aborda específicamente el auto exilio de quienes parten tras nuevos horizontes; la instalación, que se titula Sur, hace referencia a aquellos lazos que nunca se rompen y que la artista ve como «cordones umbilicales invisibles».

El uso de las transparencias aporta a sus obras una sensación de lejanía, son velos nostálgicos que metamorfosean esos recuerdos que se nos confunden, o esa falta de claridad con la que nos acercamos a lo desconocido. Lo impreciso, lo que apenas vemos en penumbras, lo indefinido…son recursos que aplica la artista para hacernos sentir la incertidumbre del viajero, la inseguridad del emigrante. En la misma exposición otra de las obras, el tríptico Norte, hace referencia a los viajes de los vikingos en busca de tierras más amables, menos heladas.

Laura Actis Danna es una artista que no se encasilla en un solo modo de hacer o en un solo tema, trabaja con todo tipo de medios, desde los más tradicionales hasta los digitales, vuelca su alma en todo lo que hace exigiendo lo máximo de sí misma para que sus obras, bien estructuradas, tengan exactamente los elementos que le aporten a su discurso artístico. Opera vigilando que las piezas no se pasen, que no contengan nada gratuito.

Son obras hermosas pero no para decorar sino para pensar, se dirigen a la mente a través de los sentidos y contienen aquella belleza que emana de la inteligencia, de lo bien pensado, de lo bien puesto. Son ante todo obras cargadas de honestidad, limpias y redondas como las mesas de sus instalaciones y los abundantes tondos que utiliza como base para sus pinturas.

(1)Frase de Carol Hanisch, figura prominente del Movimiento de Liberación de las Mujeres de Estados Unidos, en su artículo Lo personal es político de 1969.


Jueves 28 de agosto de 1997
“Imagen Latina, Arte, Diseño y Comunicación2. Publicación bimestral.
Graziani Gráfica y Factoría, Arte y Comunicación Visual. Número0. Mayo de 1997. Córdoba.


Una nueva publicación se suma a los proyectos de estos márgenes, con búsquedas de estilo propias. Precisamente, arte, comunicación y diseño son los ejes de Imagen Latina, ya no sólo temáticos, sino visuales. Frente a tanta estandarización del lenguaje (icónico o verbal), resulta estimulante la conjugación entre fotografías y textos, colores y blancos en un juego con –textual creativo, en páginas de excelente calidad gráfica. Así por ejemplo, el arte de las máscaras, las reproducciones pitóricas de Mónica Brandi y Fernando Cánovas o las fotografías monocromas de en un reportaje / dossier a Jorge Schnaider bonet se lucen, a partir de una diagramación sobria que focaliza la imagen, sin exacerbarla. En función de su propósito editorial (tratar los tres campos “como un conjunto de interrelacionado de lenguajes que comparten conocimientos y códigos), junto a los trabajos referidos específicamente a la creación - con un fuerte acento en lo antropológico latinoamericano – encontramos notas sobre publicidad - entrevistas a Bunny Croato – industrias gráficas e informática, comenzando por la cocina de intenet (o como elaborar una página web). Didirígen esta auspiciosa IMAGEN LATINA Laura Actis Danna – también a cargo del Arte y la diagramación de la revista y Rodolfo Grazziani. Completan el Staff Miguel Boyayan y Natalia Coon – en fotografía y norma Paulino responsable de la producción periodística.


BUENOS AIRES HERALD – Domingo 14 de 1994 – Por ACQ

Tres mujeres sobresalientes dominan la escena en la Galería de Arte: Ethel Martinez Sobrado, Laura Actis Danna y Teresa Pereda. La joven Actis Danna exhibe en Suipacha 1216, bajo el título” Vuelos y Ficciones”. Su vuelo imaginativo deja traslucir elementos americanistas, pero en forma totalmente distinta que en las obras de pereda. Danna estiliza y recrea las formas utilizando colores llanos. Es fácil percibir el ritmo y el movimiento, como así una cautivante belleza, condimentada con un toque de humor, como en un circo de Chagall. Seres que semejan dragones o equilibristas comparten espacios que parecieran contornearse al compás de Ravel en diversas tonalidades de morado, azul y rojo.


Diario: LA VERDAD – Junin, domingo 7 de agosto de 1994 – Por Osvaldo Mastromauro

LAURA ACTIS DANNA
“Vuelos y Ficciones” se denomina la muestra de esta joven pintora y profesora cordobesa. El cronista, que padece de manía relacionativa, no puede dejar de recordar, al ver estos acrílicos a Xul Solar: La inclusión reiterada de figuras mágicas, signos, números, presuponen una estructura simbólica. Las superficies están trabajadas de manera plana, y el color predominante es el azul, identificado en muchas tradiciones con el espíritu. Las telas están doblemente enmarcadas, lo cual refuerza el contenido buscado; figuras geométricas, animales círculos en rotación realimentan la búsqueda de un lenguaje codificado.


Diario LA PRENSA 7 de agosto de 1994 (Por Albino Dieguez Videla)

EL ESFUERZO DE BUENOS FRUTOS
La muestra de recordatorio de Raúl Alonso, la retrospectiva de Clorindo Testa, las representaciones de Nini Mustica, Teresa Pereda, Laura Actis Danna y Ethel Martinez Sobrado testimonian la realidad de un esfuerzo cotidiano que va más allá del llamado amor al arte:
Laura Actis Danna: detalles de la armonía.
En Lagard – suipacha1216- expone esta pintora que nos faltaba conocer. Se inclina por un planteo sencillo por medio del cual refleja, perfila una simbología antigua de raigambre americana. La base sobre la que asienta sus composiciones se contrasta acertadamente con zonas de color neto, que recortan detalles, que dejan otros a mitad de camino. Mucho de pinturas rupestres tienen sus pinturas, de las cuales Actis Danna ha captado el lenguaje hermético y fascinador.


La Voz del Interior – miércoles 24 de noviembre de 1993 – (Gabriel Gutnisky)

Laura Actis Danna
FICCIONES VISUALES


En algún esporádico salón o exposición colectiva, han llamado mi atención los trabajos sueltos de Laura Actis Danna. Actualmente el Instituto Goethe le ha brindado la posibilidad de concretar una muestra individual que indudablemente permite convocar fluidamente los intereses que la guían y ampliar, para el observador su propuesta. Laura Actis Danna presenta una serie de acrílicos sobre tela y quizás el término “serie” cobre aquí toda la amplitud de su significado, incluyendo la idea de una producción con leves variantes formales. Es que la artista mantiene un esquema estructural que ordena cada uno de sus trabajos. Frontales, sin falsas ilusiones de espacio y rehuyendo de la apariencia de tridimensionalidad. Actis Danna se acerca con su imagen planimétrica a dos polos aparentemente diferentes: el sofisticado código de la gráfica y el enigma de arcaicas simbologías, que en su simpleza esquemática también no refieren a algún secreto juego infantil. Con un curioso criterio de representación, encierra sucesivamente sus pinturas con marcos y contramarcos, que no solamente protegen amorosamente su contenido, sino que transforma su espíritu acercándolo a la configuración de un objeto, aunque intrínsecamente su función es la de ampliar, con su textura y color, las sintéticas relaciones establecidas en los bastidores. Anida en ellos la representación de un espacio irreal e indeterminado, dentro de un clima de refinamiento formal que coquetea con el esteticismo. Son alusiones a particulares rosas de los vientos, soles y estrellas, que llaman la atención sobre aspectos no terrestres, casi simbólicamente espaciales, que se convierten en extrañas cosmografías: una descripción del mundo de aquello que está afuera del alcance del hombre y que sin embargo parece regir su existencia. Pero contradictoriamente mucho del color empleado nos devuelve a otro medio porque amén de sus constantes azules violáceos , una paleta de rojos y anaranjados establece un contrapunto tonal limitado que convoca al fuego y la tierra. Podemos afirmar que laura Actis Danna se arroja el rol de una constructora de ficciones visuales, ficciones que recuperan esquematizaciones de animales que eventualmente gana protagonismo, volviéndonos a traer las singulares voces del lenguaje indigenista (aunque no precisamente local). Proclive a la repetición y dados a caer en la insistencia de su propia fórmula, estas pinturas parecen condicionadas a una geometría que no reniega de rigurosas simetrías y rotaciones, y que despiertan la idea de un caleidoscopio, pues parecen constituirse en una visión fragmentada parcial y estéticamente seleccionada de un mundo de fábula, de cazadores que se enfrentan a insuperables contrincantes, de hombres voladores que venciendo la gravedad, establecen reservados vínculos con los astros.

Página 12 / 27 de octubre de 1993 (por Clotilde Arguello)

MUESTRA DE LAURA ACTIS DANNA
Nostalgia de volar

El hombre tiene nostalgia de volar. A pesar de su naturaleza pedestre, del peso que lo ata a la tierra, la humanidad no ha vacilado en ponerse alas y lanzarse al firmamento. Las más eficaces fueron siempre las del pensamiento, las del espíritu. Esta es la referencia inmediata de los vuelos traducidos por laura Actis Danna en los cuadros que expone en Bv. Illia 356, sede del Instituto Goethe. Una composición simétrica, elaborada en planos de color que contraponen saturación y pigmentos (naranjas brillantes y rojos atemperados, celeste que tono a tono descienden a un azul noche), rescatan para la memoria antiguos mitos de las culturas americanas. Estas extrañas criaturas se desplazan en el firmamento, danzan, vuelan, levitan, giran silenciosamente, siguen el ritmo de las estrellas. Las obras solicitan varios planos de lectura. El formal en la repetición seriada de figuras geométricas, cuya monotonía es salvada por las superposiciones y transparencias , por las interrelaciones que genera la complementación cromática, por la contraposición de zonas opacas, amarronadas y la luz en amarillos y naranjas, por el pasaje gradual de los itervalos de color. El plano cultural plantea la obra como reminiscencias de códices antiguos, como configuraciones que encierran el misterio de cantos milenarios. Y en el simbólico no es casual la aparición de triángulos círculos y cuadrados. Abstracciones intelectuales de la idea de lo absoluto, en el enfoque en que cada parte tiene su opuesto, su correlato, en la forma recta se refleja en la curva, en la fuerza expansiva de la imagen contenida por los bordes que remiten otra vez la antención de a esos insólitos personajes ingrávidos que se deslizan en el cielo, juegan se tutean con la luna y desafían a sus dragones. Aún cuando fuera sólo un ejercicio lúdico de coposición y color, o el mero placer de crear personajes y permitirles que se desplacen en el cuadro , las pinturas de Laura Actis Danna expresan en proyección simbólica aquella nostalgia de vuelo que tantas veces llevó al hombre a abrasarse al sol.

Revista Papeles de Córdoba - Por Duillo Di Bella - 1993

“ al acecho”

Obra de Laura Actis Danna
Se puede hablar de corrientes americanistas. Se puede hablar de abstraccionismo europeo. Se puede hablar de resignificación. De síntesis cultural. Pero cuando uno es como Laura Actis Danna, un argentino, un americano de fin de siglo, lo americano es en definitiva una conquista sobre lo otro. Lo anterior, lo de la memoria genética, lo de la educación, lo que para un gran porcentaje de argentinos (¿la mayoría?) es la tradición: Lo Europeo. Una conquista que en este caso, también necesitó vivir “in situ” allá en España, la realidad de un Antonio Tapies y de toda la corriente de abstracción para reconocer que lo propio también es lo americano. Que lo propio se construye se forma con la cultura, lo social y también con el paisaje, con el espacio en todo el sentido de la palabra en donde nuestra realidad transcurre. En arte cuando se busca no se es americanista, europeisante, abstracto o figurativo,. Se es todo y no se es nada. Se es un artista. A veces esta búsqueda es reconocida y entonces llegan los premios, en el caso de Laura Actis Danna, la mención “Rosa Ferreira de Roca” en el último Salón Pro Arte para su obra “Al acecho”.